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¿Qué es un robot móvil autónomo?

#MobileRobots
AGV vs AMR

AGV, AMR, Cobots, robots móviles, exoesqueletos, robots colaborativos... La robótica industrial se ha convertido en un vasto campo en el que no es fácil encontrar el camino. Este artículo trata sobre la noción de Robot Móvil Autónomo, conocido como AMR.

El AMR es un robot colaborativo en el sentido de que trabaja lo más cerca posible de los operarios. Operan en medio de Personas y Máquinas, en el corazón de las áreas de trabajo y en universos abarrotados.

La AMR está dotada de un alto grado de autonomía, puede moverse en un entorno más o menos amplio sin intervención humana. Se implementa fácilmente y se adapta a la configuración de un sitio, sin requerir costosos cambios de infraestructura. Del mismo modo, si la infraestructura y la necesidad cambian, los robots se pueden reprogramar fácilmente. Por último, este tipo de robot permite automatizar las tareas de transporte y movimiento de mercancías dentro de un edificio, y es una solución ágil para la transformación hacia la Fábrica 4.0 y la cadena de suministro digitalizada. El robot móvil autónomo es, por lo tanto, el símbolo de una nueva generación de movilidad industrial.

¿Cuáles son las diferencias entre un AMR y un AGV?

A diferencia de los AGV (Automated Guided Vehicles) que tienen trayectorias dedicadas, los AMR son completamente libres y se adaptan a entornos dinámicos. El AGV es guiado por rieles o puntos de referencia en el suelo, mientras que el AMR navega con total autonomía en un entorno pre-mapeado. Los robots móviles autónomos están equipados con tecnologías de vanguardia que les permiten navegar con precisión dentro de un perímetro determinado, evitar obstáculos y avanzar sin riesgo de colisión. La noción de seguridad es un tema al que los fabricantes están particularmente atentos, debido a las muchas interacciones entre el hombre y la máquina.

¿Por qué integrar los AMR en sus flujos?

Estos carros automatizados aumentan significativamente la productividad al reducir las tareas repetitivas y de bajo valor añadido. Así, los operarios no pierden tiempo moviéndose y se centran en las misiones para las que aportan valor. Aportan fluidez, ahorro de espacio y flexibilidad a un proceso, tendiendo hacia el "one-piece-flow". El AMR ayuda a limitar las manipulaciones, lo que preservará la salud de los operarios y reducirá los riesgos en el transporte de cargas (errores, accidentes). En resumen, mejoran la logística interna y automatizan los flujos, con un Return on Investment a menudo corto.

¿Qué aplicaciones para este tipo de robots?

Un AMR puede intervenir tanto en misiones "simples" como la preparación de pedidos o la operación de picking, como en conceptos de automatización más complejos y globales, interactuando con periféricos como transportadores, líneas  de producción, islas integradas o puestos de trabajo. Utilizado principalmente en el mundo de la Industria para mover mercancías de  forma autónoma (fábricas, talleres o almacenes,...), el uso de robots no se limita al sector industrial. Ganancias de movilidad atribuidas a lo largo de los años y su gran versatilidad ha hecho posible ampliar enormemente las aplicaciones:

Misiones logísticas (kitting, suministro de fin de línea) y producción en Industria (traspaso de piezas).

Manejo de operaciones, preparación de pedidos, pick& drop en Logística y sus almacenes.

Alimentación de los estantes o preparación de Drive en la Distribución/Retail.

En el mundo del comercio electrónico, contribuyen a la gestión de las entradas de paquetes, la recogida, la clasificación, la ventilación y la gestión de devoluciones y salidas.

Su flexibilidad también les permite intervenir en multitud de otros ámbitos, como el transporte, los servicios y los centros sanitarios.

¿Qué otras características para el Robot Móvil Autónomo?

Operan lo más cerca posible de los humanos cuando están equipados con un modo seguidor (acompañamiento a la preparación de pedidos) y son autónomos en las tareas más tediosas (traspaso de mercancías a larga distancia).

Cumplen con todos los requisitos de seguridad gracias a la electrónica de seguridad de última generación y muchos sensores a bordo. Estos robots utilizan una Inteligencia Artificial llamada SLAM (Simultaneous  Location And Mapping) que les permite ubicarse en cualquier momento, evitar dinámicamente cualquier obstáculo (objetos o personas) que no haya sido mapeado  previamente, y optimizar sus rutas para llevar a cabo sus misiones de manera eficiente.

Los AMR son capaces de ubicarse en un entorno. Gracias a sus escáneres de 360°, una vez realizado el mapeo, y con el fin de preservar su ubicación, comparan su mapeo con el entorno en tiempo real. En caso de defecto de posicionamiento, el robot corrige automáticamente su trayectoria.

Mapear un entorno es fácil, especialmente cuando está equipado con un modo Follow-Me. El usuario "camina" en el almacén seguido del robot que registra todos los datos para llevar a cabo su mapeo.

Una interfaz intuitiva y fácil de usar que permite programar misiones al robot. Ejemplo: ir del punto A al punto B, descargar una caja, abrir una puerta.